(Del lat. stultitĭa). f. Necedad, tontería, según el diccionario de la R.A.E.
Ayer encarnaba la acepción Pedro Solbes diciendo que hablar de crisis era poco menos que ser “
antipatriótico”. Comodín para el público (la "patria") de la repugnante casta política que gobierna nuestras vidas – y nuestros impuestos – para que sigamos más pendientes del espectáculo que entontece, como bien viera
Guy Debord. Sigan con el pasapalabra de turno, la operación apoteosis total de fama, los inverosímiles telediarios y demás productos del aparato de propaganda alienante. La ministra
Salgado,
hoy, hace apenas unos minutos, sobre los terribles y vertiginosos datos del paro en el primer trimestre: “
malos y peores de lo que se esperaba”.
Nadie nace augur. Nadie nace profeta. Es más: no existen los gurús. El que me quiera demostrar lo contrario ¡adelante!
La cosa no está para bromas: algunos ya sabíamos en febrero de 2008 qué significaba “concurso de acreedores” pues por motivos laborales uno se leía cuatro diarios económicos al día. Después la cosa se tornó en “desaceleración económica”: la estulticia del cejitas. Los sindicatos –todos salvo tal vez la histórica U.S.O. – siguen su repelente inercia de pseudo-funcionariado sin oposición a través de la “dedocracia” omnipresente, comportándose como “superestructuras” que diría Marx, taponando el monumental y justificado cabreo de los, por ejemplo, nuevos 800.000 nuevos parados en lo que llevamos de año. Cuando yo fui despedido, el mismo mes, nos fuimos a la calle 300.000. Ahora trabajo al menos, cobrando lo mismo que los chavales que provocaron los disturbios anarquistas en Grecia. Y es que cualquiera que sepa o se interese un poco por la historia, sabe perfectamente –no lo quieran los dioses del Olimpo- que crisis de esta jaez terminan en terrorismo anti-sistema o en guerras interminables.
Son ya 4.000.000 de parados con infinidad de desempleados inmigrantes “con papeles” que ya no sirven para nada, puesto que como recuerda Debord: “La razón de que el espectador no se encuentre en casa en ninguna parte es que el espectáculo está en todas partes”. Nada hay más internacionalista , pues, que el espectáculo que entontece a la informe “masa”. Masa en este caso de desempleados.
Ayer Solbes, antes de ayer el Presidente, hoy la ministra Salgado.
La estulticia impera.
Vds. sigan comiendo y viendo la tele: ¡que siga el espectáculo en TDT!
Imagen: Guy Debord.