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domingo, 12 de diciembre de 2010

¿Hay alguien ahí?

  Realmente debido a mil avatares socio-laborales y personales, así como a "problemas" con el anterior blog de quien suscribe (Desde el Jardín de Epicuro de título) me cuesta, realmente, ponerme de nuevo a escribir en este Cuaderno de bitácora. Y me cuesta porque la vanidad manda, lo reconozco: ¿habrá alguien ahí interesado en lo que este humilde "juntaletras" pueda decir?

  Pero entrando en materia tengo un amigo venezolano y, como tal, a él le debo el recordar que el sátrapa que gobierna aquellos pagos, está de nuevo decidido a ir de victoria en victoria hasta la derrota final. A recordar que el grave problema que se está dando en la península coreana tiene que ver, de manera directa, con el problema nuclear iraní y con su amado país: Venezuela. Mi amigo venezolano no hace sino decirme que tal vez, sólo tal vez (perhaps, perhaps) todo acabe como estas satrapías suelen hacerlo: en una guerra civil. Huelga decir "cruenta guerra civil" por considerarlo un pleonasmo.

  La guerra es una producción humana, demasiado humana, y lo que está claro es que un país con una tradición parlamentaria y constitucional del calado de Venezuela, está pudriéndose por un Stalin caribeño por lo demás ridículo hasta límites insospechados.

  Mi amigo venezolano me cuenta que el sempiterno "Aló Presidente" ahora aparece en las omnipresentes pantallas del 1984 orwelliano, a ¡las dos de la madrugada en directo! Todavía queda alguna neurona para la mala conciencia de este impresentable calado de riguroso rojo, por lo visto.

 
Nunca ha habido nada tan peligroso como un dictadorzuelo viéndose arrinconado tanto exteriormente como interiormente. El bueno de mi amigo me comenta que incluso en esas banditas de niñatos fascistas al estilo de las primeras S.A. nazis (auténticos delincuentes analfabetos armados hasta los dientes) llamados "Círculos Bolivarianos", comienzan a haber deserciones por doquier: como siempre el dinero manda y cuando no hay, nadie manda....

   No obstante, el problema de Venezuela (el nombre de toda la vida de tan insigne país y no la aberración interminable inventado por el nuevo Stalin caribeño o, como bien canta Paquita la del barrio, la Rata de dos patas) va a dar para mucho más....mi amigo se lo merece y Venezuela también. Máxime si a un lector agradecido de George Orwell como yo le da por recordar el eslogan de la dictadura imaginada y más real de lo que parece en dicha imprescindible obra:

LA GUERRA ES LA PAZ
LA LIBERTAD ES LA ESCLAVITUD
LA IGNORANCIA ES LA FUERZA

  Y terminando de la mejor manera, con Orwell, recordar al hilo del problema que sufre la tierra de El Libertador, cuando el siniestro O'Brien en plena sesión de tortura, espeta a un aterrorizado Winston Smith lo que sigue: "El poder no es un medio, sino un fin en sí mismo".

  ¿Realmente está en el reino de la utopía dicha obra?

  Espero que haya alguien ahí.

  P.S.: Aprovecho el momento para darles las gracias a quienes tengan a bien leer estas líneas... este blog sigue siendo una bitácora de Filosofía Política que tiene sus "escarceos amatorios" con la música, el cine y otras disciplinas.

  Imagen de arriba: el Tirano Banderas del Caribe haciendo lo que sabe, el ridículo por medio de la propaganda, claro.

  Imagen de abajo: las bandas de delincuentes chavistas en acción intentando reventar una manifestación de la oposición venezolana.

viernes, 9 de abril de 2010

McLaren is Dead.

Jubileo de 1977, 7 de junio, McLaren prepara su burla a la monarquía y a todo un país que hace de séquito. Unos alocados chicos hacen el resto sobre el pequeño barco que recorre el Támesis frente a Westminster. El genio no era sino un espabilado que manipualaba a pequeños rebeldes.
Rotten, hoy Lydon, no sabía por qué provocaban situaciones tan extremas en sus conciertos. Eran los Sex Pistols. Eran el producto del presuntuoso y afectado Malcolm McLaren.
Pero los niños no jugaban sólo para él: Matlock, verdadero bajista del grupo, es expulsado por escuchar demasiado a los Beatles y considerar peyorativamente el hecho de hacer versiones de algunas canciones para él "intocables".
Entra teledirigido por McLaren y Rotten: Sid Vicious, que tocaba el bajo al intentar enchufarlo y nada más. Todo era diversión con su amigo Rotten, hasta que entró en la vena del nuevo bajista una repelente yonki yanqui. Un suicidio lento, como dice hoy el inteligente Rotten-Lydon, un suicidio lento con el que quería llevarse a alguien más consigo.

El resto es sabido: Vicious mata supuestamente a su novia; en la cárcel sufre múltiples violaciones; su mamá hippie al salir en liberta bajo fianza le da su pase al olvido de sus fechorías y penas. Mamá dio una heroína muy pura a su hijo. El niño muere por sobredosis de la jodida heroína.

McLaren lo observaba todo entre bambalinas, o eso creía. Los niños seguían trasteando, pero se estaban haciendo mayores. Rotten se fijó en las garras de la avaricia inabarcable de McLaren y se largó antes de que Vicious comenzara su declive en el Chelsea Hotel. Los demás aún le tenían como "un buen mánager". No, lo que era y ha sido es un monstruo avaricioso.

"God Save the Queen" resultó ser judicialmente obra de Rotten. Éste se ganó una dulce venganza tras años de ser ninguneado por McLaren.

Lydon es un auténtico genio. Inteligente y mordaz. No sólo creó su grupo, P.I.L., que más o menos nos puede gustar en su tono "post-punk", pero lo creó. También ha trabajado en solitario. Así lo hacen en la caja tonta americana o inglesa, según donde paguen.

Matlock sigue tocando el bajo como se debe tocar. Steve Jones tras hacer apariciones musicales efímeras como en Neurotic Outsiders, atravesó su propio calvario con la heroína y lo superó. Hoy sólo le sobran kilos y tiene un programa de radio en Los Ángeles, amén de ser mánager de algunos grupos jóvenes. El batería, Paul Cook, vive formalito con mujer e hija. A veces se anima en las ficticias reuniones de los Sex Pistols.

Pero McLaren ha muerto. El mismo creador que se vio superado por lo creado, la vieja historia, en este caso nunca más justificada que nunca. El avaricioso que tras ser descubierto como tal por los ya ex-Sex Pistols deambuló inventándose un baile nuevo a modo de pose cuando se quedó solo...nunca consiguió tanto dinero como el que descaradamente robó a los chicos de los Hammersmith y Sheperd's Bush londinenses.

Siguió diciendo memeces, "yo los creé como un escultor moldea su obra". El final es para todos igual y él no iba a ser una excepción. McLaren ha muerto, el punk en parte ya lo hizo, pero su creación ya no lo era tanto. Lo que quede de ella, para nada.

Iñaki Oneca Agurruza.

sábado, 20 de marzo de 2010

Sospechoso.



Pero no por sospechoso algo no es sabido, popularmente sabido al menos por estos pagos.

Carlos Dívar – a la sazón presidente del Consejo General del Poder Judicial y del Tribunal Supremo - en Iruña el pasado viernes 19 de marzo:

Hay intereses soterrados con respecto a las bandas terroristas que tendrán que salir a la luz porque, a veces, corregimos la tela de araña pero no corregimos la araña, que vuelve a tejer”.

Algo que muchos sospechábamos lo dice alguien que, como a quien suscribre, es difícil de confundir con los “salvapatrias” autóctonos y sus voceros “ilegalizados” con ansias de filólogos sin carrera.

Es simplemente triste, ver a niñatos hacer el caldo gordo a quienes están deseosos de que sigan igual. Y todo ello con asesinatos de por medio.

Simplemente triste.

Simplemente sospechoso.

domingo, 21 de febrero de 2010

Infierno político.

Salgo de un céntrico piso envuelto en mil pieles grisáceas y húmedas que, no hace tantas horas, se veían teñidas de agua y nieve. Intento, lo juro, lo intento con todas mis ganas y por san Bertrand Russell que estás en mi biblioteca, no dejar que tal vestimenta incida en mi humor.

No, ya salí del trabajo. El gris, el viento polar, todo lo dejo ahí abajo, en la calle. Yo, a salvo, sonrío en mi queridísimo y tan pequeño como acogedor “Txoko”, donde la música es ahora la que me envuelve apaciblemente. Los libros hacen de su interminable papel un magnífico envoltorio para quien escribe un tanto cansado por madrugar.

Y precisamente por esas razones laborales, y porque uno ya nació así, echado en el suelo del salón de casa de mis padres leyendo a tierna edad el periódico de turno tamaño sábana, por todo ello: llego enfermo de actualidad.

¿De verdad que este invierno es tan frío como creen?: perdónenme el estar tan metafórico, creo que es una descortesía. Ahora bien, sinceramente, volviendo para mi hogar pensaba que más que invierno climatológico, en lo político es más bien un infierno falto de gracia y aburrido, pero que lleva al hastío y al cabreo en sus más altas cotas.

Un inane presidente del Gobierno pidiendo, exigiendo, un patriotismo a la oposición para hacer pactos en pro de la nación ante tan horrible crisis. El mismo patriotismo que negó a la misma oposición cuando a ésta se le ocurrió hablar de “crisis” y no de subterfugios como “desaceleración económica” y otras sandeces.

Y una oposición pacata, mojigata, que mira su rédito electoral y los estipendios sus espabilados que calientan poltrona.

Infierno político donde uno larga un aullido pidiendo, por favor, que al menos los políticos me mientan bien.

La que en muchas ocasiones he denominado como “dictadura silenciosa” sigue adelante: trabajadores de la construcción, del sector servicios, del periodismo, del servicio doméstico, de cualquier clase y género, mintiendo u omitiendo que se hallan en el paro o cobrando ignominiosas nóminas…o incluso trabajando sin cobrar.

El “qué dirán” nunca funcionó tanto malgastando energías físicas y psicológicas a quienes más débiles se hallan en el mercado laboral.

Pero ya estoy en el “Txoko”, con Voltaire, con Marx, con Platón y Aristóteles, con el enorme Epicuro y con Lucrecio…hace demasiada apatía hoy ahí afuera como para dejar a tan insignes señores y a mi compañera.

Quede fuera, por tanto, sin dejarlo entrar por la “caja tonta” si quiera.

El infierno político.

sábado, 6 de febrero de 2010

Actualidad.

El tiempo corre que se las pela. Pero no así la actualidad. Escribir sobre tan ingrata dama es un drama. La vida de un artículo, de un post o de cualquier escrito, es más que corta: efímera.

Y para postre: ingratitud. Uno no recibe sino reproches o comentarios lejanísimos del estilo “¡qué bien escribes aunque no entiendo nada!”.

Nada, escribiremos como en párvulos y veremos si molestamos igual, porque curiosamente ya me he visto confrontado con cerebros llenos de escasez neuronal haciendo el payaso, sin referirme para nada a tan noble profesión. Básicamente porque el payaso es un valiente que, como el actor de teatro, se enfrenta a un público a pelo. Y con los que yo me he visto las caras no son sino ratas tirando a cobardicas: doble repugnante condición.

Vaya dedicado este breve post a ellas: ratas cobardes que esputan fluidos y nunca razonan. Vaya dedicada esta carcajada que literalmente ahora suelto a todos vosotros: ¿si no les gusto -me pregunto- para qué me leen, y encima les molesta más en formato “papel”? ¿Lo hacéis para saber qué dice el enemigo? Yo escojo los enemigos con más gusto -mucho más- que vosotros, cariñines.

Y vaya también dedicado el presente escrito a mis amigos, que todavía los tengo, y a mí, porque también necesito ánimos, ya que la actualidad también mata.

martes, 26 de enero de 2010

Música…



Hace años, demasiados, una hermana mía me preguntó si prefería un mundo sin mujeres o sin música. Corrí a responder que sin música: ¡mierda de tradición: ¿quieres más a papá o a mamá, carne o pescado, verdura o legumbre, vino o cerveza, hombres o mujeres?! Tanta jodida disyuntiva no puede, no debe, ser normal.

Al final mi vida se rige por canciones que me recuerdan a mujeres o por éstas que me recuerdan a aquéllas. ¡Y en cuanto a favoritismos sexuales, por favor! Soy consciente que es perfectamente natural preferir “pescado y carne” o viceversa.

Pero lo que ha hecho de mí alguien que no fuera un cretino ha sido la música. Ella es The Animals, ella es The Kinks, Beatles, Rollings, Eric Burdon en solitario, The Who, The Doors, pero también Eskorbuto, los Tijuana, MCD, y no me olvido de la sangre fresca y joven como los geniales Jet que ahora escucho.

Dejo en el tintero a los más antiguos: la inolvidable e inigualable Billie Holiday, Otis Redding, Johnny Cash y tantísimos otros.

No puedo rendir tributo a todos aquellos que me hicieron pasar ratos tan agradables como una botella de vino o de cerveza (bebidas espirituosas en general). No, y sería un acto realmente repugnante por mi parte olvidarme de los Pistols, de Motorhead, de tantísimos que no hay cuartillas virtuales o en papel donde quepan todos (incluyendo a mi querido Tchaikovsky y sus canciones más melancólicas).

Si uno es lo que lee, también lo que escucha. Y si algo no te vuelve un idiota pedante es el Rock. Y si algo te recuerda que antes que estudiar a distancia estudiaste en la Universidad de la Calle, ello sólo lo consigue el Rock. Y si algo te recuerda tu primera vez en todo: tenemos la misma respuesta.

Nada es comparable a escuchar a buen colega –virtuoso donde los haya- dedicarse a tocar el piano la canción que a ti te deje elegir al alimón. Y de oído puro y duro, oigan.

Si nada hay como un colega que sepa de música, menos aún hay que un colega que sea un perfecto jazz-man. Un tipo que no dejándose llevar por las omnipresentes corrientes musicales del momento, sepa ser un sagrado islote de sano individualismo. De canalla individuo y, sin embargo, amable compañero de ruta de todo aquel que sienta la música con piel de gallina resfriada.

Nada hay como alguien que se da por entero a algo. Más aún a un instrumento con el que hacer sentir a quien escucha lo que éste desee.

En mi último caso fue a Jessy Norman en el Herodes Ático ateniense cantando “Summertime”.

P.S.: De nuevo truhán, te lo dedico a Vos, querido Juanma. Necesito urgentemente echar unos licores contigo y el piano, el bajo, lo que deba ser…a tu conveniencia. Los Lunnys al sol es algo que me debes… y lo sabes, gañán…



Iñaki Oneca Agurruza.

(Para servir al Eterno Motor Inmóvil Creador sin saberlo y a Vd.)

viernes, 22 de enero de 2010

Morir en el Ulster.


En Irlanda del Norte, de nuevo, se avivan fuegos apagados: un perpetuo desgajamiento del movimiento terrorista IRA así lo atestigua atendiendo a su historial. Grupo de orígenes decimonónicos, con Michael Collins a la cabeza consiguió un "Estado independiente" insuficiente para los maximalistas del lugar. Dicho grupo también fue la herramienta que empleara en una guerra civil Éamon de Valera, hasta conseguir aniquilar a Collins.

De Valera, viéndose ya en su ansiadísimo poder, consigue su añorada "República independiente" olvidando su reivindicación sobre los seis norteños condados, que seguirán bajo dominio británico. Pero llegados ya los 60, el IRA norteño (prohibido en la República) no hace sino hablar -como casi todos los grupos terroristas de la época- de la "lucha de clases", de terminar con la "burguesía" promulgando incluso, la unión de trabajadores católicos y protestantes para conseguir dichos fines. Es el momento del primer gran desgajamiento: un ultranacionalista IRA Provisional (Provos) dan su coup d'etat asesinando incluso a antiguos conmilitones. Es la escisión más duradera, alimentada por el denominado e infame "Domingo Sangriento" que, por la torpeza de los paracaidistas británicos, hizo que el incipiente movimiento pacífico por los derechos civiles quedara arrinconado, en beneficio del reforzado y nuevo IRA. De ahí al "Viernes sangriento": veintidós bombas en una sola noche sacudieron Belfast asesinando a nueve personas. Pero el IRA cambió lucha por compromisos en inteligentes y no poco aguerridos movimientos a mediados de los 90. No obstante y como en toda historia nacionalista, dos grupos nuevos disidentes: el CIRA (IRA de Continuidad) y el RIRA (Real-IRA o IRA Auténtico, como traducimos aquí), hacen su aparición. Grupúsculos extremistas que no entienden de negociaciones, pero sin apoyo popular e incluso con la hostilidad manifiesta de la comunidad nacionalista y católica. Si el antiguo INLA, una especie de Frente de Liberación Nacional de tinte irlandés, era acoquinado en sus propios pisos francos por sus vecinos pro IRA y Sinn Fein, estos nuevos hijos del IRA sufrieron lo propio.

Pero hace un año comenzaron nuevos atentados y yo entonces leía en un interesante reportaje que se había llegado a encontrar en un piso franco a "un decrépito terrorista" contando batallitas a críos ávidos de acción. Críos, hijos de la crisis que a todos nos atenaza, que no conocieron los años de plomo y cruces de atentados entre paramilitares y republicanos. A tan tierna edad se cree poder vencer la muerte o que ésta es un precioso tesoro guardado para los salvadores de la patria. En su mundo la dignidad individual no existe, sólo la colectividad manda. Hasta la muerte se imaginan, desfilando de victoria en victoria, hasta la derrota final. Es el grave problema que quiere, y todavía puede ser, la violencia en el Ulster: una auténtica guerra civil. Cabe recordar, para mentes obtusas dadas a ver westerns de buenos y malos, las enormes diferencias con lo que por aquí pueda suceder. Cabe recordar cuando se levantaban los diferentes muros para separar barrios enteros en Belfast y otras ciudades, los protestantes o los católicos que tenían que dejar una zona, lo hacían dejando las llaves del gas abiertas para sus nuevos moradores. Y eso lo dice todo un Gerry Adams en su autobiografía "Antes del Amanecer".

Cabe recordar que por encima de dichos muros, volaban cócteles molotov arrojados por señoras con pinta de amas de casa. Caben recordar también, los comunicados del IRA llamando a la población republicano-católica a no provocar disturbios en los anacrónicos desfiles veraniegos de sus contrarios.

Pero las criaturas que montaron enormes algaradas el pasado año así como atentados contra militares pero, sobre todo, contra agentes católicos de la nueva policía del Ulster (PSNI), no entienden de buscar empleo. Los últimos policías asesinados eran católicos animados a emplearse por la nueva supuesta situación política, viendo cómo quedaba atrás la sectaria Policía Real del Ulster (RUC). Mas en Milltown Road, el pasado ocho de enero, Peader Heffron de 33 años, fue atacado con un explosivo por sus vecinos católicos. En uno de los últimos atentados del pasado año, en Craigavon, murió otro policía católico a manos de un crío de 17 años de un barrio cercano al suyo. Son, como digo, hijos de la crisis. Niñatos que se creen invencibles o, peor aún, mártires.

No sabiendo morir hacen buenas las palabras del filósofo rumano Emile Cioran: "Los antiguos sabían morir. Elevarse por encima de la muerte fue el ideal constante de su sabiduría". Nadie cree ya en los antiguos, en el Ulster al menos. Y nadie sabe morir ni pensar en la muerte, algo tan obvio que no es propio de sabios, como defendía Epicuro.

Y todo el mundo piensa, teme, una palabra: Omagh. Muerte.



Imagen: Omagh, el Horror. ¿Es bueno tener memoria?

P.S.: Gracias tanto a DIARIO DE NAVARRA como a DIARIO DE NOTICIAS DE NAVARRA por su publicación en "papel": http://noticiasdenavarra.com/2010/01/14/mundo/morir-en-el-ulster y al periódico del mismo grupo, así como también a NOTICIAS DE GIPUZKOA y a DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA.

Iñaki Oneca Agurruza.

A las barricadas por las telenovelas.





Perdónenme, vaya por delante mi absoluta falta de rigor hablando de tal formato televisivo. De verdad, perdónenme. Pero siendo puro entretenimiento, al cual también tenemos derecho los humanos ante una vida vertiginosa y llena de preocupaciones, también es cierto que dicho producto es susceptible de ser intervenido por papá Estado. En Venezuela, perdón, en la República Bolivariana de Venezuela, así es. El Estado no deja margen a la intimidad, al individuo. Y ahora Chávez la toma con uno de los productos televisivos que más dinero mueve en su queridísima patria: las telenovelas (antaño culebrones, si mal no recuerdo). Y es que el sátrapa quiere que "las telenovelas sean más socialistas", pontifica.

No pocos biempensantes ante mi escepticismo por sus proclamas paradójicamente anacrónicas sobre "el socialismo del siglo XXI", que gritaba como un poseso al lado de una imagen de Jesucristo y de otra del Che Guevara; no pocos biempensantes (cándidos a la manera volteriana, más bien) dieron un giro comentándome su preocupación por querer conformar un partido único. Es decir, hacer del Movimiento Vª República de una coalición a un Partido Socialista Unificado de Venezuela (PSUV), es decir, un partido-Estado.

¿Pero tan poquito hemos aprendido de la pasada centuria?: era y es la consecución lógica. La perpetuación en el poder de un "tirano banderas" cualquiera pasa, por aquellos pagos, por hacer un partido único a la manera soviética pero con más gracia (el Caribe es el Caribe, señores). El resultado, igualmente, es la aniquilación total del individuo como tal. De su dignidad y de su libertad. Subsumiendo todo ello a la masa: patria o muerte. Amén.

Tras su asalto a los medios de comunicación opositores -mayoritarios- y la creación de "universidades del pueblo" que son pisos en donde se adoctrina al por mayor, lo siguiente estaba cantado: también la diversión será del Estado. Y la chica de vida disipada socializará sus relaciones sexuales con ricos y pobres por igual (pero más con éstos); el pérfido malo malísimo tendrá nombre y apellidos yanquis y un mote: "El pitiyanqui"; la mujer de la limpieza dará un golpe de Estado aniquilando mocho en mano a todo explotador que le diga que es una cotilla y el pícaro mayordomo que se acostaba con la señora de la casa de al lado a cambio de información, será castrado en plaza pública para mayor demostración de qué hacer con "los enemigos de clase". Falta -tampoco quiero dar ideas- cómo no, la vestimenta totalmente idéntica de todos los personajes: de uniformado rojo rojísimo (rojo sangre) y boina calada. Hasta cuando una despechada se dé a la bebida será una bebida del Estado, como el asqueroso vodka "de la victoria" que tuviera que beber Winston Smith en "1984". A veces me pregunto si habrá leído Hugo Chávez dicha obra del bueno de Orwell: me temo que mi conclusión es afirmativa, pero no puede, no sabe leer la crítica a tan odioso sistema que todo lo invade.

Cámbiese "Victoria" por "Bolivariano" y las próximas telenovelas llevarán tal nombre al igual que el ron, los cigarrillos y los coches que en ellas aparezcan. Mientras, el Bolívar va a ser devaluado y la gente acude en desbandada a los comercios ante la subida de precios de un 50% y el país se ve mermado por la crisis capitalista que tanta barata y bravucona ironía produjo en este Tirano Banderas. Así, los miembros del PSUV se arroparán desfilando con más hambre y más conciencia de clase cantando aquella vieja canción republicana con tintes actuales: "a las barricadas revolucionarias, por el triunfo de la telenovela".

Es, para desgracia de los venezolanos, el triunfo de quien quiere convertir su vida en una bolivariana telenovela a modo de nueva caverna platónica.


Este artículo ha sido publicado en formato "papel" en el periódico DIARIO DE NOTICIAS de Navarra: http://www.noticiasdenavarra.com/2010/01/17/politica/a-las-barricadas-por-las-telenovelas

Iñaki Oneca Agurruza.